Locución para vídeos corporativos: guía práctica para impacto y confianza

La locución en un vídeo corporativo es más que voz sobre imagen: es el pegamento que conecta narrativa, marca y objetivo comercial. Una voz bien elegida y bien producida refuerza credibilidad, facilita comprensión y reduce fricción en la decisión del espectador. Esta guía práctica te lleva desde el briefing hasta el máster, con plantillas, criterios de selección, dirección de sesión y checklist para entregar vídeos corporativos que impactan y generan confianza.

Objetivo claro antes de la voz

Define una única métrica de éxito antes de elegir la voz:

  • Acción deseada (suscripción, solicitud de demo, descarga, contacto).
  • Audiencia objetiva (sector, rol, contexto de escucha).
  • Propuesta de valor única y la evidencia disponible (dato concreto, caso, garantía).

Si no hay objetivo claro, la locución se convierte en decoración; con objetivo, es palanca de conversión.

¿Qué busca la locución corporativa ideal?

  • Credibilidad: timbre y entonación que transmitan solvencia sin parecer impostados.
  • Claridad: inteligibilidad en móviles, ordenadores y salas de reuniones.
  • Naturalidad: cercanía medida, sin teatralidad innecesaria.
  • Coherencia: que la voz encaje con la identidad visual y el mensaje corporativo.

Estas cuatro exigencias forman el triángulo decisorio para la selección y dirección.

Criterios para seleccionar voces

  • Timbre y registro: grave/medio para autoridad; medio/alto para cercanía. Elige según la personalidad corporativa.
  • Ritmo y fraseo: el ritmo debe facilitar retención; evita voces excesivamente rápidas para audiencias profesionales.
  • Dicción e inteligibilidad: prioriza consonantes nítidas y pausas naturales.
  • Credibilidad percibida: realiza una prueba con personal objetivo para captar impresiones inmediatas.
  • Versatilidad: la voz debe adaptarse a versiones largas y cortas del vídeo sin perder coherencia.

Pide demos con el mismo micro‑guion para comparar bajo condiciones idénticas.

Briefing vocal efectivo (una página)

Incluye:

  • Objetivo de conversión (1 línea).
  • Audiencia (3 rasgos).
  • Tono y emoción buscada (ej.: “cercano y seguro”).
  • Mensaje central y prueba (beneficio + dato).
  • Contexto de escucha (reunión, redes, web corporativa).
  • CTA exacto en pantalla.
  • Requisitos técnicos (formato, bit depth, distancia de micrófono).

Una ficha corta evita ambigüedad y orienta casting y grabación.

Guion para locución corporativa: economía y peso informativo

  • Inicio con gancho claro (0–5 s): situar relevancia inmediata.
  • Cuerpo con 2–3 ideas ordenadas por valor: problema, solución, ventaja concreta.
  • Cierre con CTA claro y visible en pantalla: una sola acción.
  • Longitud: para vídeos corporativos estándar, 60–90 s suelen ser suficientes; para cápsulas internas, 30–45 s.
  • Lenguaje: evita jerga interna; usa términos comprensibles por quien toma decisiones.

Escribe para la lectura en voz alta: frases de 8–14 palabras y pausas marcadas.

Dirección de sesión: micro‑indicaciones que multiplican resultado

Minimiza tiempo y maximiza calidad con instrucciones concretas:

  • Estado: “Seguro y cercano”, “Profesional y calmado”.
  • Palabras de énfasis: subraya 2–3 palabras por párrafo que sustentan la prueba.
  • Pausas estratégicas: una pausa antes del CTA (250–400 ms) mejora memorización.
  • Dos velocidades: toma “natural” y toma “ligeramente pausada” para edición.
  • Variantes emocionales: una pasada más empática y otra más asertiva para elegir en post.

Pide 2–3 pasadas completas y pasadas alternativas para palabras clave; evitarás regrabaciones.

Producción técnica mínima exigible

  • Sala: control de reflexiones; evita fuentes de ruido.
  • Micrófono: cardioide de condensador para claridad; dinámico si el entorno no está tratado.
  • Posición: 10–20 cm con filtro anti‑pop y ligera angulación.
  • Grabación: 24‑bit a 44.1/48 kHz; margen de ganancia sin clipping.
  • Monitorización: auriculares cerrados y referencia en altavoz pequeño para prever el resultado en contextos reales.

Una captura limpia reduce tiempo de postproducción y preserva naturalidad.

Edición y procesado: transparencia por encima de efecto

  • Limpieza: elimina clicks y ruidos, preserva respiraciones relevantes.
  • EQ: recorte grave limpio; realce sutil en banda de presencia 1.5–4 kHz solo si realmente añade claridad.
  • De‑esser: controla sibilancias sin eliminar carácter.
  • Compresión: ratio suave, ataque-relax que preserve consonantes.
  • Automatización: corrige pequeñas variaciones de nivel antes de aplicar compresión agresiva.
  • Consistencia entre piezas: aplica ajustes base comunes para mantener identidad vocal.

Evita cadenas de efectos que conviertan la voz en “artefacto”.

Integración imagen‑voz: sincronía que convence

  • Alinea énfasis verbal con aparición de datos o testimonios en pantalla.
  • Refuerza CTA vocal con elemento visual claro y persistente (botón, URL, QR).
  • Respeta micro‑márgenes: deja 200–400 ms en cambios visuales críticos para que el ojo procese la información.
  • Evita cortes bruscos sobre frases; edita pensando en la respiración del intérprete.

La coherencia entre lo que se oye y lo que se ve reduce la carga cognitiva del espectador.

Versiónado y adaptación multiplataforma

  • Prepara versiones: 60 s, 30 s y 15 s; cada una con CTA claro.
  • Archivos: etiqueta con nomenclatura estándar (proyecto_fecha_version).
  • Mix específicos: verifica niveles en móvil, ordenador y sala de reunión.
  • Subtítulos y transcripción: entrega archivo SRT y copia del texto editado.

Planificar versiones evita rehacer grabaciones.

Medición y mejora continua

  • KPIs: conversión atribuible, CTR del CTA visual, tiempo medio de visualización, reproducción completa.
  • Herramientas: utiliza URLs y códigos únicos para atribuir tráfico y conversiones.
  • Test A/B: voz A vs voz B o ritmo A vs ritmo B; decide por mejora ≥15% en KPI principal.
  • Feedback cualitativo: muestras de 20–30 usuarios para validar percepción de credibilidad.

Los datos dirigen iteraciones eficientes.

Errores comunes y cómo evitarlos

  • Elegir la voz por “gusto” y no por alineación estratégica.
  • Procesar en exceso hasta perder naturalidad.
  • Multiplicar CTAs en la misma pieza.
  • No probar la voz sobre el propio montaje visual.
  • Ignorar métricas y no iterar.

Corregir estas faltas reduce desperdicio y mejora impacto.

Checklist final antes de entregar el master

  • Objetivo y CTA definidos y visibles.
  • Voz coherente con la identidad y comprensible en móvil.
  • Guion optimizado para lectura en voz alta.
  • Pausa estratégica antes del CTA.
  • Mezcla con voz protagonista y música en segundo plano.
  • Versiones 60/30/15 s preparadas.
  • Archivos etiquetados y SRT incluidos.
  • Plan de medición y A/B definido.

La locución para vídeos corporativos no es un añadido: es elemento estratégico. Con un briefing preciso, casting acotado, dirección eficiente y producción técnica disciplinada, cada vídeo puede comunicar profesionalidad y generar confianza desde el primer segundo. Diseña el flujo —brief, voz, grabación, mix, versiónado y medición— y convertirás cada pieza audiovisual en un activo que refuerza imagen y resultados.






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