Briefing que vende: claridad antes del micrófono
El briefing alinea negocio, creatividad y técnica.
Objetivo único: ventas, leads, tráfico a tienda o web.
Oferta y condiciones: precio, fechas, disponibilidad, restricciones.
Audiencia y contexto de escucha: hábitos, franjas, motivaciones.
Evidencias de confianza: garantía, testimonios, resultados.
Medición: número exclusivo, URL corta, código de campaña.
Entrega el briefing en una página: lo que no cabe, probablemente no es esencial.
Guion listo para grabar: estructura y respiración
Escribe para tiempo, dicción y conversión.
Hook en 0–5 s: relevante y pronunciable.
Beneficios clave: dos o tres, no más.
Evidencia: una frase que aporte credibilidad.
CTA único: acción clara y memorizable.
Marcadores:
[PAUSA] para énfasis.
[MÚSICA BAJA] para inteligibilidad.
[FX SUAVE] en acentos específicos.
Casting de voz: timbre, ritmo y registro que alinean marca y objetivo
La voz mueve la emoción y la decisión.
Timbre: cálido para cercanía, brillante para energía, neutro para claridad.
Ritmo: más lento en contenido técnico; más dinámico en oferta comercial.
Registro: comercial directo vs. narrativo inspiracional.
Dicción: inteligibilidad primero; ornamento después.
Selecciona por objetivo: la “voz bonita” sin intención correcta no convierte.
Música y efectos: apoyo, no protagonismo
La cama musical y los FX deben reforzar el mensaje.
Frecuencias medias despejadas: la voz domina entre 1–4 kHz; evita competencia.
Volumen controlado: la música no debe eclipsar consonantes.
FX puntuales: uno o dos, precisos; el exceso distrae.
Silencio como recurso: inicio o cierre con calma para anclar la frase clave.
Grabación impecable: técnica al servicio del texto
Captura limpia para evitar arreglos complejos.
Acústica controlada: tratamiento básico y ausencia de reflexiones notorias.
Micrófono y distancia: coherentes con timbre y registro deseados.
Pops y sibilancias: filtro anti-pop, colocación adecuada, técnica vocal.
Ganancia: margen seguro sin saturación.
Graba varias tomas con indicaciones concretas: intención, énfasis y velocidad.
Edición quirúrgica: limpieza y flujo
La edición debe ser invisible para el oyente.
Limpieza: elimina ruidos, respiraciones intrusivas y repeticiones.
Ritmo: ajusta pausas para énfasis sin sacrificar comprensión.
Transiciones suaves: cortes limpios entre frases y escenas sonoras.
Mezcla que convierte: balance y presencia
La voz debe permanecer clara en cualquier entorno.
EQ sutil: recorte de exceso grave y apoyo moderado en inteligibilidad.
Compresión transparente: estabilidad sin “bombear”.
Sidechain suave: la música baja discretamente cuando entra la voz.
Loudness consistente: nivel uniforme entre cuñas para no fatigar al oyente.
Verifica en coche, móvil y altavoz doméstico: son los escenarios reales de escucha.
Máster para emisión: estándar y compatibilidad
El máster consolida calidad y cumple requisitos técnicos.
Nivel objetivo estable.
Picos controlados sin distorsión.
Formato de entrega solicitado por emisoras.
Verificación final sin artefactos.
Versionado y etiquetado:
Nombre estandarizado.
Versión (A/B, fechas).
Documento de parámetros.
Control de calidad y checklist final
Confirma que el audio cumple propósito y estándar.
Guion vs. audio: todo lo clave se entiende sin esfuerzo.
CTA audible y memorizable.
Respeto a tiempos (20–30 s).
Música en segundo plano, FX puntuales.
Silencios estratégicos en inicio/cierre.
Prueba en distintos dispositivos.
Usa una escucha “en tránsito” para simular atención parcial del oyente.
Optimización y escalabilidad
Convierte la producción en un sistema que aprende.
Test A/B de hook y CTA.
Variantes por franja y audiencia.
Informe de resultados por versión.
Librería de plantillas y firmas sonoras.
Revisión mensual de estándares.
El objetivo no es solo emitir; es mejorar respuesta con cada iteración.
Plantilla de flujo de trabajo
Briefing (1 página).
Guion (A/B).
Casting de voz (3 opciones).
Música/FX (paleta definida).
Grabación (tomas dirigidas).
Edición (limpieza y ritmo).
Mezcla (balance, inteligibilidad).
Máster (estándar y entrega).
QC (checklist y pruebas).
Reporte (resultados y aprendizaje).
Un proceso claro reduce errores, acelera tiempos y mantiene calidad constante, incluso con múltiples campañas simultáneas.